La semana pasada hablaba de la autocompasión, o “el pobrecito yo” como uno de los mayores obstáculos en nuestro camino hacia el crecimiento personal y espiritual.
Por si no lo leíste, aquí:
Pero cambiar es difícil, y quejarse es un hábito bien arraigado.
Una estrategia práctica y efectiva para dejar de quejarse y conservar tu energía es adoptar la técnica de la "ventana de 5 minutos".
Esta técnica consiste en permitirte expresar tus frustraciones, miedos o descontentos, pero limitando este proceso a un período específico y breve de tiempo.
Aquí te explico cómo aplicarla:
Paso 1: Reconoce tu necesidad de expresarte
Cuando enfrentes una situación que te genere ganas de quejarte, reconócelo. Admitir que algo te está afectando es el primer paso para manejarlo de manera saludable.
Paso 2: Establece un temporizador
Establece un temporizador por 5 minutos. Este será tu espacio seguro y temporal para expresar lo que sientes, ya sea hablando en voz alta, escribiendo en un diario, o incluso hablando con alguien de confianza sobre el asunto.
Paso 3: Exprésate libremente
Durante estos 5 minutos, permítete expresar todas tus quejas, frustraciones y emociones negativas. La idea es sacar todo fuera de tu sistema, sin censura.
Paso 4: Cuando el temporizador se detenga, detente
Una vez que los 5 minutos hayan pasado, haz un esfuerzo consciente para detener la queja o la expresión negativa. Este límite de tiempo te ayuda a evitar rumiar sobre el problema, lo cual es una fuente común de drenaje de energía.
Paso 5: Cambia de enfoque
Después de expresar tus sentimientos, es importante redirigir tu atención hacia algo positivo o productivo. Puedes pensar en soluciones al problema, enfocarte en lo que sí puedes controlar, o simplemente decidir pasar a otra actividad que disfrutes o que requiera tu atención.
Beneficios
La "ventana de 5 minutos" te ayuda a:
- Validar tus emociones sin permitirles que dominen tu día.
- Conservar tu energía al evitar el diálogo interno constante.
- Fomentar una actitud proactiva al enfrentar problemas, buscando soluciones una vez que has aceptado y expresado tus emociones.
Esta técnica no solo disminuye la tendencia a quejarse, sino que también promueve una gestión emocional más saludable, ayudándote a enfocar tu energía en lo que realmente importa y en lo que puedes cambiar.
Y para acabar quiero dejarte una clase de 30 minutos donde trabajamos con el centro de decisiones.
Te animo a seguirla poniendo el intento en tomar la decisión de “no quejarte para ahorrar energía”. ;-)
¡Además te sentará muy bien!
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