Época de Carnaval. Ruido y más ruido.
El Carnaval está muy bien, pero yo lo quiero fuera de la escuela.
Por si no lo sabías, trabajo de maestra de primaria.
Podría decir que me da igual, porque seguramente este ha sido mi último carnaval como docente. Pero no, no me da igual.
No ha habido día que no haya habido peleas, más que en cualquier fiesta del año, más que cualquier día.
Me da igual que me digan: “es que los niños se lo pasan muy bien” Hay tantas maneras para que se lo pasen bien.
Lo podríamos celebrar de otra manera, como hoy, que hemos ido a jugar, a correr, a caminar a un parque cercano, paseando por el bosque.
O podríamos celebrarlo solo un día.
Creo que la fiesta que les hacemos a los niños es exagerada. Siempre hay accidentes, incidentes. Creamos la situación idónea para ponerles nerviosos.
En el comedor les ponen música de carnaval, que estrés, por favor…cantar y comer…como que no.
En los talleres que les doy de Movimiento y Relajación me doy cuenta de lo tensos que llegan a estar algunos niños, no pueden relajarse, y es que es un aprendizaje, que no se enseña en las escuelas. Diría que algunas veces enseñamos todo lo contrario.
El Departamento de Educación le da prioridad a los programas de competencia digital…y si no lo compensamos con otros aprendizajes, dudo que lo estemos haciendo bien. Millones invertidos en ordenadores. Este sería otro tema para tratar en otro momento.
¿Y la educación emocional? ¿Y la educación para el Bienestar?
Dicen que todo en la vida es práctica, y aprender a relajarnos también.
Entonces deberíamos tenerlo como un hábito o una rutina, como el comer, lavarse los dientes, u otra actividad diaria.
Se debería enseñar en las escuelas, desde bien pequeños, y seguir haciéndolo y practicándolo siempre.
Hay muchas maneras de relajar el cuerpo y la mente.
No me refiero a mirar una película, ir a tomar algo con los amigos, dar un paseo, leer un libro, escuchar música, etc...sí, todo esto está muy bien y también debe formar parte de nuestras rutinas.
Me refiero a la capacidad de dejar de hablarnos a nosotros mismos, o la disminución del diálogo interno, y a la de aprender a relajar nuestros músculos, articulaciones, sistema nervioso, órganos internos,... todo nuestro cuerpo.
Aprender a ser conscientes de nuestra respiración, de nuestro cuerpo físico y a experimentar exquisitos estados de bienestar.
Estado de bienestar que dura más de lo que dura la propia "relajación", no solamente te vas a encontrar bien durante el proceso, también te vas a encontrar bien después, y quizá te encuentres con algún tesoro, bueno, quizá no, lo vas a encontrar seguro.
A continuación de tejo una sesión de 38 minutos para que puedas experimentar lo que te estoy explicando.
Déjate llevar...
Déjame un comentario para saber tu opinión, y mejor aún: si practicas con el vídeo, me gustaría saber como te fue.
Muchas gracias por escucharme.