Para los videntes, una enfermedad se define de manera muy diferente a la concepción tradicional en el orden social. En la cosmovisión de los videntes, la enfermedad es un estado de estancamiento en una posición perceptual. Este estado de estancamiento se manifiesta en el cuerpo y en su expresión orgánica, que es lo que comúnmente se conoce como enfermedad.
Una vez que se obtiene una nueva perspectiva, es decir, cuando se puede enfocar el mismo fenómeno desde otro ángulo perceptual, o en otras palabras, mover el punto de encaje, el proceso que llamamos enfermedad deja de ser necesario y, por lo tanto, se desvanece. De ahí la importancia de obtener siempre nuevos ángulos de enfoque para crear un espacio nuevo en el cual se puedan integrar nuevas formulaciones.
Este enfoque permite renovar los significados asociados a la enfermedad y la salud, creando espacio para nuevas comprensiones. Al abordar la enfermedad desde este punto de vista, se busca superar la fijeza de la interpretación convencional y abrir la puerta a una comprensión más profunda y transformadora.
En este sentido, la salud, desde la perspectiva de un vidente, podría definirse como un estado de amor por uno mismo, en el cual ni siquiera se pide salud, ya que el bienestar es una consecuencia natural de la forma en que se actúa en el mundo.
Esta perspectiva se distingue de la concepción social convencional de la salud, donde a menudo se ve como un objetivo a alcanzar o mantener a través de medios externos. Para los videntes, la salud emana de un sentimiento interno de amor y conexión con uno mismo.
Algunos aspectos clave de esta definición incluyen:
Conciencia del cuerpo: Implica tener una conciencia del cuerpo físico y de las células que lo componen, transmitiendo mensajes de presencia y amor sin esperar nada a cambio.
Acciones deliberadas: Enviar mensajes deliberados de afecto y apoyo a las células y órganos, actuando como un "general" al mando de un ejército.
Generosidad: Realizar actos de cuidado y atención hacia uno mismo por el simple gusto de hacerlo, sin buscar un beneficio específico.
Fluidez y ciclos naturales: Moverse de acuerdo con los ciclos naturales internos y externos, permitiendo que el bienestar surja de forma natural.
En esencia, la salud para un vidente no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino un estado activo y continuo de amor y armonía con uno mismo. Este estado se manifiesta en el cuerpo como bienestar y vitalidad.
A continuación el podcast con Luciano:
Saludos
Pilar
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Hoy sábado, 8 de marzo, clase gratuita con Elena Parsons: