En el contexto del camino del conocimiento y específicamente del ensueño, Luciano redefine el concepto tradicional de disciplina. En vez de verla como un esfuerzo rígido y rutinario, la presenta como el arte de cultivar el asombro.
La visión común de la disciplina, basada en hábitos y rutinas, es útil para el manejo de lo conocido. Sin embargo, al adentrarnos en el terreno del ensueño, nos enfrentamos a lo desconocido, lo cual requiere una perspectiva diferente.
No podemos aplicar las mismas estructuras de lo conocido a lo desconocido. La disciplina, en este nuevo escenario, se convierte en la capacidad de abrirse a la experiencia del asombro que surge al descubrir algo realmente nuevo, algo que trascienda los límites de nuestra percepción habitual.
Este asombro, provocado por la expansión de nuestra conciencia al experimentar nuevas realidades, actúa como un indicador de nuestro progreso en el camino del conocimiento. Es como un termómetro que mide la expansión de nuestra percepción.
Cuanto más nos asombremos, más conscientes nos volvemos de la vastedad de la realidad y de nuestro propio potencial. De esta manera, la disciplina se convierte en un proceso continuo de descubrimiento y expansión de la conciencia.
Luciano utiliza la analogía de un barómetro para ilustrar este punto. El asombro es la medida, la señal de que estamos percibiendo e integrando nuevas experiencias a nuestro acervo de conciencia.
Esta visión de la disciplina como el arte del asombro es particularmente relevante en el ensueño. Al mover el punto de encaje y acceder a nuevas realidades, el asombro se convierte en una constante, impulsando nuestro crecimiento y aprendizaje.
La experiencia del ensueño, tanto en estado de vigilia como durante el sueño, es descrita como una aventura inigualable que genera una profunda emoción e impulso energético. Este impulso, a su vez, nos ayuda a armonizar lo conocido con lo desconocido en nuestra vida diaria.
Te invitamos a repensar la disciplina en el contexto del ensueño, no como una imposición rígida sino como una actitud de apertura al asombro, un asombro que nace del contacto con lo desconocido y que se convierte en motor de nuestro crecimiento en el camino del conocimiento.
Ven a saber más el próximo sábado, 16 de noviembre:
¡Hasta pronto!