La comunicación intencional con las células

Prestando atención a nuestras células

Según la perspectiva de los videntes, es posible establecer una comunicación intencional con nuestras células. Esta idea se basa en la concepción de que cada célula forma parte de un racimo de conciencia que nos compone y que en las células existen procesos de crecimiento, vida y muerte.

La comunicación intencional con las células se puede realizar enfocando nuestra atención en una célula, un conjunto de células, los órganos o los sistemas del cuerpo. Podemos enviar mensajes del tipo que queramos.

Una manera de comunicarnos es prestar atención a las partes del cuerpo que se encuentran en un estado de mayor armonía y comunicar ese estado o la esencia de lo que percibimos ahí a todo el cuerpo de manera general. Esto puede permitir que se abran determinados canales de procesos energéticos que faciliten la llegada de sustancias o células del sistema inmune a las áreas en desarmonía.

Otra opción es enviar directamente una frecuencia a las células. Los videntes consideran que los pensamientos son energía y tienen frecuencias dentro del espectro electromagnético. Nosotros podemos modular nuestros pensamientos y sentimientos como fuerzas vibratorias. En lugar de pedirle a un órgano o a un conjunto de células que se cure, lo cual introduce un concepto limitado, se sugiere enviar amor y una vibración más adecuada que pueda llevar a un estado de mayor armonía. Lo importante no es la curación en sí, sino llevar al cuerpo en su totalidad a un estado de armonía con su mundo.

Para una célula, el simple hecho de que le prestemos atención, algo que raramente hacemos, es un evento milagroso que puede producir de inmediato un efecto de mayor armonía y, por lo tanto, mayor salud en general.

Existen diversas maneras de comunicarse con las células. Se puede hacer en silencio, durante la meditación o después de una sesión de pases energéticos, pero también caminando o realizando actividades cotidianas, ya que lo esencial son los pensamientos. Se puede empezar a nivel de un pensamiento que se transforma en un sentimiento, generando un hábito de comunicación con todas las partes del cuerpo. Es importante hacerlo sin expectativas y asombrándose de lo que sucede.

Se enfatiza que, si bien podemos recibir ayuda de otros practicantes de la salud, el primer y último "doctor" de uno es uno mismo, ya que es nuestro cuerpo el que está atravesando los procesos. La enseñanza de que no tenemos control sobre nuestros procesos internos es considerada arbitraria y falsa por los videntes.

En la práctica, para aplicar conscientemente la idea de frecuencias vibratorias en nuestros pensamientos y sentimientos para mejorar el bienestar, se recomienda:

• Informarse acerca de los fenómenos físicos de vibración y frecuencia, como los impulsos electromagnéticos.

• Imaginar nuestros pensamientos como fuerzas o expresiones vibratorias.

• Identificar qué tipo de pensamientos nos llevan a la desarmonía y cuáles nos encaminan hacia la armonía.

• Cuando surjan pensamientos desarmoniosos, prestar atención y silenciarlos, enfocándose en los pensamientos armoniosos.

• Enviar pensamientos de frecuencias adecuadas con toda nuestra atención al cuerpo o a la parte deseada, sin esperar nada a cambio, incluido curarse, simplemente observando lo que sucede.

Según los videntes, todos pueden enviar mensajes de energía a cualquier parte del cuerpo, viéndola como energía. La clave está en la conciencia, la atención enfocada y la ausencia de expectativas.

Comparto este video que me ha parecido interesante:

De todo esto hablaremos en las próximas sesiones del nuevo ciclo SALUD, con Luciano Esteves, la primera clase gratuita el sábado, 22 de marzo.

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