Para identificar y eliminar los hábitos que nos alejan de la impecabilidad, primero debemos entender qué son estos hábitos y cómo afectan nuestra energía.
Los hábitos que nos alejan de la impecabilidad son aquellos que aumentan nuestra entropía, es decir, que dispersan nuestra energía disponible hacia la periferia de nuestra estructura energética.
Estos hábitos pueden ser concretos, como fumar o consumir drogas, pero también pueden ser hábitos de pensamiento, de sentimiento y de acción más sutiles.
Todos tenemos estos vicios, y su resultado es siempre el mismo: una disminución de nuestra energía disponible.
El primer paso para eliminar estos hábitos es reconocerlos como los obstáculos que son entre nosotros y la impecabilidad. Para esto podemos:
Prestar atención a nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, y observar cuáles nos hacen sentir con menos energía o más dispersos.
Reflexionar sobre nuestros patrones de comportamiento y cómo estos nos afectan a nosotros mismos y a los demás.
Una vez que hemos identificado nuestros hábitos dañinos, podemos empezar a sustituirlos por otros que nos ayuden a incrementar nuestra conciencia y a utilizar nuestra energía de forma más eficiente. Algunas prácticas que pueden ayudarnos en este proceso son:
La impecabilidad en sí misma: hacer cualquier cosa lo mejor posible, sin esperar nada a cambio, por el simple gusto de hacerla bien.
La conciencia de la muerte como consejera: recordarnos a nosotros mismos nuestra naturaleza efímera para impulsar nuestra impecabilidad.
La práctica de los pases energéticos o la tensegridad: movimientos y posturas que ayudan a redistribuir la energía a los centros vitales.
La recapitulación: una práctica central para liberar la energía emocional atrapada.
Es importante recordar que la impecabilidad es un proceso gradual que requiere de paciencia y constancia. No se trata de ser perfectos de la noche a la mañana, sino de estar siempre atentos a nuestros actos y de esforzarnos por hacerlos lo mejor posible, incluso cuando nos sintamos sin energía.
Al cultivar la impecabilidad en nuestras vidas, no sólo aumentamos nuestra energía y nuestra conciencia, sino que también contribuimos a crear un mundo más armonioso y comprensible.
Aquí el Podcast con Luciano, de donde aprendí lo escrito hoy
Saludos 🤗