En un mundo donde el amor a menudo se confunde con expectativas, condiciones y transacciones, es necesario reclamar su significado original. El amor incondicional no es un sentimiento pasivo ni una emoción que nos arrastra como hojas al viento. Es, más bien, una decisión consciente, un acto de poder y una fuerza transformadora que surge desde lo más profundo de nuestro ser.
El Amor como Decisión
Para un guerrero o una guerrera, amar no es algo que sucede por casualidad o por fuerzas externas. Es una elección deliberada, una decisión irrevocable que se toma con plena conciencia. A diferencia del amor socializado, que nos enseña a amar con condiciones y expectativas, el amor del guerrero es puro, libre y sin ataduras. No busca nada a cambio; simplemente da, porque en el acto de dar encuentra su propia plenitud.
Este amor no está limitado a personas o cosas específicas. Un guerrero puede amar a quien le place y a lo que le place: una persona, un animal, una planta, el sol, la luna o incluso su propio camino. Cada amor es único e indivisible, y no se extingue porque se comparta con otros. Como una vela que enciende miles de velas sin perder su propia llama, el amor del guerrero se multiplica sin agotarse.
La Diferencia entre Enamorarse y Amar
Es importante distinguir entre enamorarse y amar. El enamoramiento es una emoción momentánea, un chispazo que surge de la conexión con algo o alguien. Es hermoso, pero pasajero. El amor, en cambio, es un sentimiento profundo y duradero que nace de una decisión consciente. Un guerrero no se deja arrastrar por las emociones; las vive, las disfruta y las deja pasar, pero no permite que definan su vida.
En el orden social, el enamoramiento a menudo se confunde con amor, y se nos enseña a aferrarnos a esas emociones, a perpetuarlas en relaciones que pueden volverse tóxicas o demandantes. El guerrero, en cambio, entiende que el amor verdadero no necesita condiciones ni expectativas. Es un acto de entrega incondicional, una energía que fluye sin pedir nada a cambio.
El Amor como Reducción de la Entropía
Desde una perspectiva energética, el amor es lo opuesto a la importancia personal. Mientras que la importancia personal dispersa nuestra energía hacia la periferia, aumentando nuestra entropía, el amor la concentra en nuestros centros vitales, reduciendo la entropía y permitiéndonos actuar con claridad y poder.
El amor del guerrero es como el sol, que presta baja entropía a la Tierra, permitiendo que la vida florezca. Cuando amamos incondicionalmente, prestamos esa misma energía a quienes nos rodean, creando un flujo de vida y conexión que trasciende lo físico.
Reclamar el Significado Original del Amor
Vivimos en un mundo donde el amor ha sido desvirtuado, cubierto de capas de expectativas, demandas y condiciones. Reclamar su significado original es un acto revolucionario, un acto de guerra pacífica que nos invita a liberarnos de las cadenas del amor socializado y a abrazar el amor verdadero.
Este amor no es débil ni vulnerable; es un poder que surge de la decisión consciente de amar sin condiciones. Es un acto de responsabilidad, de compromiso con uno mismo y con los demás. Y, sobre todo, es un recordatorio de que el amor no es algo que nos sucede, sino algo que elegimos vivir cada día.
El amor incondicional es la esencia del camino del guerrero y la guerrera. Es una decisión que trasciende la vida y la muerte, una energía que nos conecta con todo lo que nos rodea. Al reclamar su significado original, no solo transformamos nuestras vidas, sino que contribuimos a un mundo donde el amor sea una fuerza de unión y transformación.
Como guerreras y guerreros, tenemos la oportunidad de elegir amar incondicionalmente, de dar sin esperar nada a cambio y de vivir en plenitud. Porque, al final, el amor no es algo que buscamos fuera; es algo que llevamos dentro y que decidimos compartir con el mundo.
Con afecto ;-)
Pilar