No suelo dormir de un tirón.
A veces me despierto por la noche, suelo usar diferentes técnicas para volver a dormirme. Una de ellas es la Meditación Anillo de Fuego. Un circuito de puntos de acupuntura que sigo mentalmente, sin tocar.
Esta meditación está relacionada con la conservación y aumento de la hormona DHEA que es una de las principales hormonas antiestrés. Toda la explicación científica en mi último artículo del blog
Cuando la practico de noche no llego ni a terminar el circuito y me vuelvo a dormir profundamente. Es una maravilla.
Una madrugada no podía mantener la atención en los puntos, así que no me funcionaba.
Pero entonces visualicé o “vi” una perlita blanca ovalada, que se situaba encima de los puntos de acupuntura. Cuando llegó al segundo, o al tercero, (o entre los dos) la perla había crecido, mi atención estaba en ella, y sentí que mi cuerpo se relajaba mucho: pensé (o sentí) ooooh! ¡Que me pasa, que bien! ¡Qué relajada!
Y me dormí profundamente unas horas.
Creo que esto fue un ensueño. Desperté súper, superbién.
Al mediodía volví a practicarla, pero esta vez sentada.
Fui a la habitación de las clases, allí se siente la paz. Me senté (con abrigo incluido porque me había quedado absolutamente helada de frío) hice el circuito tres veces.
Entendí por qué se llama “fuego” esta meditación. Mi cuerpo se calentó, un calor muy, muy agradable, y además me quedé en un estado de relajación total, la cabeza muy serena, silenciosa, y el resto del día también fue diferente.
El diálogo mental da un giro...
Esto mismo te lo explico aquí en este video, paseando…
Pero más interesante es practicarla:
La encontrarás en la última entrada del blog:
Espero sea de tu interés.
¡Muchas gracias por leerme!
Un saludo
Pilar