Dormía, me despertó un mosquito.
Algo me preocupó, ni lo recuerdo, algo que pensé me hizo sentirme inquieta, angustiada.
De repente algo pasó que me relajó, creo que intenté relajar mi cuerpo, mis músculos, o solo puse el intento, o algo externo a mí me llevó a otro lugar.
Al instante entré en otra percepción.
Ese momento de angustia desapareció totalmente, yo era la misma persona, quizá no había pasado ni un minuto, pero entré en otro lugar, lo sentí como algo físico.
Sí, un lugar de paz, de paz y calma.
¿Cómo podía ser?
No existía preocupación, me sentía relajada, tranquila.
Quizá me perdí algo mayor, porque recuerdo haber leído algo así como que la entrada a “otros mundos” se anunciaba con un momento de angustia.
Pero no debo de tener suficiente energía para haberme quedado más rato y explorar.
Vi que era un lugar, cuadrado, vacío, con tierra clara. Y sentí mucha paz.
Luego tuve una “medio pesadilla”, me querían robar el bolso, y yo les pedía a los ladrones que se llevaran el dinero, pero que me dejaran los documentos, porque era un rollo hacer todo el papeleo.
Me desperté bien.
He escrito un artículo en el blog sobre como cultivar el silencio interno:
Cómo cultivar el silencio interno para encontrar la paz y la claridad mental según Eckhart Tolle.
Ayer estuvimos practicando pases con las maestras y maestros de mi escuela, les decía que tenemos que aprender El Silencio, y que eso requería una práctica, un hábito, diario.
Y que a mí me gustaba la práctica del movimiento (pases energéticos de Being Energy) y luego escuchar el silencio.
Que esos movimientos estaban diseñados para provocar silencio. Y que aunque no tuviéramos mucho tiempo para relajarnos en ese momento, podían hacerlo en sus casas, que el efecto de la práctica de los pases, era duradero.
Días antes un alumno de ocho años me dijo que su madre se había suscrito a mi canal de YouTube, (me sorprendió y me alegró). Y que el video que más le gustaba era: “Pases en el bosque”. Que aquí te dejo, para que te muevas y practiques el silencio. ;-)
Salud y energía
Con afecto,
Pilar
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